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LOS CONTRASTES DE AÑORVE Y ZEFERINO



Alfredo López Rosas

Entre los proverbios del sabio Salomón rey de Israel, cito uno que los cristianos conocen de memoria como versículo bíblico: “De la abundancia del corazón habla la boca”. En su gira por la colonia Miguel Hidalgo el presidente predicador Manuel Añorve Baños, dio muestra de la duplicidad de su conducta.

Motivado, reconoce la armonía, la identidad con que cogobierna con Zeferino Torreblanca Galindo, gobernador de Guerrero, es de tomar en cuenta las preguntas retóricas que plantea “¿y por qué tan de la mano, por qué se llevan tan bien?, se lo voy a decir como dice mi amigo el gobernador, pues si no estamos tan pendejos para pelearnos”.

La premisa jurídica “a confesión de parte, relevo de pruebas”.  Lo son pero no tanto, el “tan” muestra la existencia del estado que indica, pero no lo son tanto. Las manifestaciones evidentes en los estilos de gobernar el estado, así como gobierna el municipio el cristiano presidente predicador, lo confirman.

Si tomamos en cuenta la declaración del presidente municipal de Acapulco, y le damos la seriedad de la investidura que ostenta como representante de todos los acapulqueños, bien podemos comprender muchas de las acciones y omisiones de su conducta y personalidad.

El lenguaje folklórico de los guerrerenses, se caracteriza por la forma directa de su conversación, ni deba causarnos rubor, ni rasgar las vestiduras.

En el gobernador no es de extraño, desde su campaña le advirtió a los ciudadanos que prefería que le dijeran que es mal hablado, que ladrón, corrupto, sin vergüenza, como si tuviese que ser una o la otra y no se inhibe para manifestar su cultura en los medios, éstos bien controlados por los convenios de publicidad lo oyen “chistoso”.

Siempre lo dijo el gobernador el perfil de su gabinete y el que busca para el Procurador: “Pendejitos, pendejitos pero lealitos lealitos”.

Ante la confesión del estado mental, emocional y de conducta en el adjetivo que los describe y que les une para el trabajo y progreso de Acapulco, es posible  preguntar ¿En que condiciones se encontrarían, cuando se se peleaban?

Aproximadamente diez años han pasado cuando Manuel Añorve y Zeferino Torreblanca, llegaron a los golpes físicos, en un restaurante en pleno día y con varios testigos, golpes y fintas, amagos, sombras acompañados del lenguaje  con la finalidad de herir mas que los golpes.

¿Cuál sería el adjetivo que les describiría en su personalidad, en su conducta, en aquellos tiempos?, si hoy dicen que no están “tan pendejos” para pelearse.  Atrás quedaron los pleitos que en el transcurso de estos diez años a través de averiguaciones previas unos contra el otro.

La queja que el hoy presidente municipal, presentó a La Comisión Nacional de Derechos Humanos, en diciembre del año 2001, en contra del entonces presidente municipal de Acapulco y hoy gobernador de Guerrero Zeferino Torreblanca Galindo, denunciando su vinculación con el general Mario Acosta Chaparro, por amenazas de muerte vía telefónica, así como persecuciones a su esposa e hijos.

La integración de la Averiguación Previa AP 233/SC/2001, en contra de Zeferino Torreblanca Galindo, por la presunción del delito de peculado por la cantidad de 110 millones de pesos del ramo 33, que no ejerció o desvió en el ejercicio fiscal 2000.

Para que la pelea sea pareja: Zeferino Torreblanca, en su papel de presidente municipal, inicia la Averiguación Previa número 266.Al/2001, en contra del entonces ex presidente del mismo municipio, por el presunto delito de peculado y desvío de recurso por obras no realizadas.

Además la denuncia que contiene la Averiguación Previa TAB/I/5204/96, que Zeferino Torreblanca motivó para su perfeccionamiento, por desviar recursos para los gastos hospitalarios del señor Manuel Añorve López, padre de Manuel Añorve Baños como director de la Comisión de Agua Potable y Alcantarillado del Municipio de Acapulco (CAPAMA).

Los dejo en dos a dos, en la hemeroteca, abundan las pruebas de las peleas entre Manuel Añorve Baños y Zeferino Torreblanca Galindo que dan testimonio pleno de estado permanente de sus relaciones, hasta hoy.

A todo esto, es de llamar la atención que en medio de este discurso de explicar por qué no pelan hoy, el gobernador y el presidente, éste vuelve a su papel de predicador.

La facilidad del lenguaje de “tan pendejos”, al discurso teológico del Dios de las bendiciones, al Dios que le ora todas las mañanas. Nos presume su fortaleza espiritual.

Como no le importa que lo critiquen y además no le entra al “juego del Internet”, (El sólo la televisión, la radio los periódicos que controla en los convenios), que es donde algunos leerán el presente, acepto la invitación del presidente, predicador, eclesiástico, carismático de criticarlo.

El cristiano regenerado por El Espíritu Santo, se aparta de toda palabra obscena como una de las pruebas de su cambio a su nueva vida.

Duda que el presidente predicador se atreve a hablar en su Iglesia Cristiana, a su familia, a su Dios, como habló en la colonia Miguel Hidalgo.

La hipocresía es uno de los pecados que más daño han hecho al cristianismos, por eso ha sido la invitación al presidente municipal que sea discreto con su fe, que la ejerza en privado con las personas y en el lugar apropiado, por la razón de que manifiesta una vida doble como su lenguaje.

El señalar que no son “tan pendejos para pelearse”, refiriéndose al gobernador, cree tener derecho de faltarle al respeto a la sociedad, a los ciudadanos y después de esa falta de respeto invitarme a que admire a su Dios, que él ora todos los días, que le bendice para bendecir.

No siento ninguna motivación para admirar su cristianismo, su fe, su Dios. Tiene doble vida, doble lenguaje, doble personalidad, eso es hipocresía. “No todo el que me dice: Señor, entrará al Reino de Los Cielos. . .”

Hay necesidad de políticos, gobernantes, que asuman con seriedad el liderazgo e investidura que la sociedad guerrerense y acapulqueña otorga. Declaraciones, actitudes como las realizadas por el presidente municipal, sólo dan como resultado un vacío de liderazgo y de autoridad moral. El presidente con dudas ganó la presidencia, no es un triunfo justo, si es legal, pero si puede ser respetado;  el respeto se gana por los hechos no por las oraciones. Muestre su fe por sus hechos o es candidato que está en campaña o es predicador que se va al cielo. Ya ejerza la presidencia y gobierne por bien de todos o ¿no sabe?

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