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| LECTURA POLÍTICA Noé Mondragón Norato VICARIO: TABLAS NEGOCIADORAS.- La discusión del presupuesto público fue una pasarela política adicional para Héctor Vicario. La primera fueron sus informes regionales que lo metieron aún más a la pelea por la candidatura priísta al gobierno estatal. Y eso puso nerviosos a muchos actores tricolores. Entre ellos por supuesto, al edil de Acapulco Manuel Añorve, quien acaricia la candidatura y valora no tener contrincante en la recta final, una vez que el grupo Figueroa le hizo públicos sus apoyos políticos. Pero hay situaciones que podrían desbaratar el escenario optimista del clasificado ya, como el tercer grupo tricolor: el añorvista. A) En la coyuntura de la disputa por la candidatura priísta a gobernador, el diputado Vicario se ofertó como un hábil negociador político. Porque anunciando "una reasignación del presupuesto de egresos" mayor a los 800 millones de pesos y desatando con ello, la irritación del gobernador Torreblanca –quien amagó incluso, con hacer valer sus derechos-, al final logró lo impensable: que Zeferino aceptara dicha reasignación presupuestal. B) Si las tribus del PRD observaron en esa maniobra, una forma de amarrarle las manos en materia presupuestal al gobernador, ante la posibilidad de que éste impulse heredero en el gobierno estatal, en el PRI debieron percibirlo en esa misma tesitura. Pero no fue Añorve, Aguirre ni Astudillo quienes lograron lo anterior, sino Vicario. Es una divisa que políticamente no solo se valora en el plano local, sino sobre todo en las cúpulas tricolores. Y hasta podría ser decisiva en la nominación del candidato priísta. Porque se ponderarían de fondo, los acuerdos soterrados del poder que el grupo Figueroa teje con filigrana política. C) Sin embargo, el punto de mayor interés apunta hacia un extremo: al aceptar las modificaciones a su presupuesto de egresos, Zeferino dio muestras de civilidad y madurez política que no estila con otros actores del poder. Sean de su partido o del PRI. El diputado Vicario encontró un punto inflexivo para obtener la mayoría parlamentaria en el Congreso local, orientada a la reasignación de ese gasto: la irritación de las tribus con el propio mandatario estatal perredista. El escenario lo hizo aparecer como un hábil negociador político. Y esas prendas las ofertará con las cúpulas tricolores a fin de intentar embolsarse la candidatura a gobernador. D) Si se mira bien, el gobernador Torreblanca no tiene una razón poderosa para darle todo su apoyo político al edil Manuel Añorve. Porque en el fondo tanto el senador Aguirre como el propio edil tricolor porteño, han sido sus adversarios políticos en el pasado. Con Aguirre existe aún, ruptura y distanciamiento. Con el grupo Figueroa, mesura y entendimientos. Y si el gobernador ha sido hasta cierto punto cortés, amable y transigente con Añorve, esto podría formar parte de la propia estrategia del poder para abrir otros inéditos escenarios. E) El otro punto se reduce a dos preguntas perturbadoras: ¿estaría dispuesto el grupo del ex gobernador Rubén Figueroa, a ceder tan fácilmente la candidatura a gobernador a un personaje como Manuel Añorve, a quien combatió en la elección interna priísta de 1998 y está conectado directamente con el grupo del ex gobernador Ángel Aguirre, a quien los figueroístas satanizan por todos lados? ¿Sería cómoda para éstos últimos, una administración estatal encabezada por Añorve, cuyo grupo aguirrista les arrebató primero, la candidatura a senador en 2006, la de la alcaldía de Acapulco en 2008, y hoy busca recetarles la misma medicina en la de gobernador? El sentido común y la lógica política indican que no. Por eso el diputado Vicario anda muy movido. Y Añorve comenzó a manejar otro discurso: que el PRI no tiene el triunfo asegurado. Valores entendidos de la política. dragonato@hotmail.com |
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