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 Filo Mayor Jaime Irra Carceda El martes y el miércoles de esta semana, uno primero y el otro después, el diputado local Sebastián de la Rosa Peláez y Misael Medrano Baza, presidente del PRD en el estado, jugaron al cachondeo político cuando dijeron que el alcalde priista Héctor Astudillo Flores pudiera ser el candidato perredista a la gubernatura de la entidad. Aun cuando el PRD tiene en sus filas a políticos capaces, congruentes y consecuentes como el senador Lázaro Mazón Alonso y el ex diputado federal Cuauhtémoc Sandoval Ramírez, de los que podrían echar mano para contender por la gubernatura, estructuralmente no tiene conqueso las enchiladas y tampoco gobiernos que presumir, en Guerrero, por supuesto. Con sus respectivas sugerencias, De la Rosa Peláez y Medrano Baza están aceptando que su partido será derrotado por el PRI en la próxima contienda para elegir al sucesor de Zeferino Torreblanca, no porque carezcan de prospectos, sino porque las siglas PRD ahora se traducen como el Partido del Relajo y la Desintegración, consecuencia de la errática forma con la que estos dos personajes han conducido a este instituto político en el último lustro. Como seguramente ustedes ya saben, estimados lectores y lectoras, tan pronto Torreblanca llegó al poder (primero de abril del 2005), el PRD abdicó del liderazgo social y en lugar de fortalecer su estructura en el seno de la sociedad, sus dirigentes hicieron del partido una arena de peleas instestinas (por lo viscerales) y carroñeras a grado tal que ahora tienen muy pocos huesos que roer. En el PRD "la caballada" no está flaca, el famélico es el partido. Sus dirigentes carecen de imaginación, de creatividad, de propuestas hacia los ciudadanos y, en consecuencia, su propia militancia desencantada voltea a mirar para otro lado y camina rumbo a las urnas para votar por opciones diferentes, porque, además de la ruinosa dirigencia del partido amarillo, quieren dejar atrás el espejismo que ahora saben significa el gobierno que fenecerá el 31 de marzo del 2011. Y a estos dos conspicuos perredistas (Sebastián y Misael), precisamente por su minusvalidez, por su falta de creatividad e imaginación, lo primero y lo último que se les ocurrió fue proponer que Astudillo Flores pudiera ser su abanderado en los comicios cuya fecha todavía está en veremos. Y para tamaña e ingenua propuesta la respuesta fue contundente. Astudillo Flores no lo pensó mucho. El miércoles y el jueves salió a los medios para decir que él es totalmente priista y que agradecía a los nalgasprontas el ofrecimiento de una candidatura sin futuro. ¡Ah!..pero hay quienes dicen que lo que verdaderamente pretendían los muticitados y connotados perredistas con su ofrecimiento candidaturesco era meter hilo para sacar mecate; que su ofrecimiento tenía jiribilla, que Astudillo Flores mordiera el señuelo y que se creara una fuerte división en el PRI, lo que, dada la experiencia del alcalde, resultó toda una ingenuidad de los ofertantes. A mi no me llevan al baile, habría dicho Héctor Astudillo Flores, a quien, efectivamente, no le gusta nadita echar bailongo con la más fea. filo_mayor04@hotmail.com |
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